
Después de varios meses de espera, finalmente, este pasado 29 y 30 de marzo, pudimos vivir el cierre de esta increíble saga de conciertos sinfónicos de Saint Seiya con el Pegasus Fantasy III: Grand Finale. Dos fechas que demostraron el gran cariño y fanatismo hacia esta franquicia. Tuvimos la oportunidad de asistir a la primera fecha, y en Okami te contamos cómo se vivió este evento sinfónico.
Camino hacia las doce casas
La experiencia de los asistentes comenzó desde las 11 de la mañana. Quienes contaban con boletos de Zona Divina disfrutaron de una convivencia con los artistas que más tarde protagonizarían la noche. Fotografías con Irma, Mauren, Yumi y Kacky fueron el mejor preámbulo para los asistentes con pase preferente, quienes también recibieron sus kits exclusivos, que incluían:
- Una litografía (creada por Michi Himeno).
- Un vinilo de edición especial.
- Un pin y llavero exclusivos.
- Una bolsa temática.
Este kit también fue entregado a los asistentes con pase dorado, quienes además tuvieron acceso anticipado a la tienda oficial. Allí se vendieron playeras de los Santos de Oro y los Caballeros de Bronce, sets de pines (6 unidades cada uno), sudaderas de Aioria y, como joya de la corona, un vinilo de edición limitada en color azul.
El ambiente previo al acceso
Uno de los puntos destacables fue la excelente organización previa al evento. Miembros del staff ayudaban a los asistentes con dudas sobre horarios, ubicación de la tienda e incluso regalaron un programa del concierto, que contenía información sobre los artistas (nacionales e internacionales) y un repaso por la historia de Saint Seiya.
Mientras tanto, los asistentes aprovecharon para tomarse fotos con aquellos fans que, fieles a su estilo, lucieron cosplays de los Caballeros de Bronce, los Santos de Oro e incluso algunas representaciones de Athena. Tampoco faltaron los Espectros o dioses rivales, añadiendo diversidad al colorido del evento.
A las 6 de la tarde en punto, se permitió el acceso al recinto, donde los asistentes pudieron adquirir refrigerios o simplemente esperar con emoción el inicio del concierto.
La última llama de la torre del reloj
Minutos antes de comenzar, cientos de asistentes tomaron sus lugares, desde la Zona Divina hasta la Zona Acero. En el escenario, una tela blanca cubría gran parte del espacio, hasta que, ante nuestros ojos, la torre del reloj se encendió y cada llama se consumió, elevando la emoción del público.
Tras doce llamas, la cortina blanca se alzó y dio inicio al concierto con el clásico Pegasus Fantasy. Aunque Nobuo no pudo estar presente en esta edición para interpretarlo, los fans lo vivieron con una energía arrolladora.

En escena apareció el director de orquesta Rodrigo Cadet, ya muy querido por los seguidores de Saint Seiya, junto a la Orquesta Sincrophonia. Abrieron el espectáculo con Intense Cosmo, una pieza que sumergió al público en la atmósfera de la serie. Luego, la orquesta sorprendió con otro tema icónico: Los Guardianes del Universo, que evocó nostalgia en aquellos fans que crecieron viendo la serie en el extinto programa Caritele de TV Azteca.

Acto seguido, tras un medley a través de la saga del Torneo Galáctico, Irma Flores hizo su aparición en el escenario con un imponente vestido blanco, adornado con un listón negro.
La noche, aún joven, continuó con un recorrido por la saga de las Doce Casas, mostrando los momentos más cruciales, como la batalla de Camus de Acuario contra su discípulo Hyoga, el enfrentamiento de Seiya contra Aioria de Leo y el sacrificio de Shiryu en la Casa de Capricornio.

Minutos después, Mauren Mendo (intérprete de los temas en español latino) apareció en el auditorio con su característica energía y carisma. Al entonar el tema de cierre, Blue Forever, los fans, como era de esperarse, se unieron al canto, llenando el recinto de una energía única.
A continuación, el concierto nos transportó al mundo de Asgard con dos medleys: uno correspondiente a la película y otro a la serie de TV. En ambos, la angelical voz de Irma potenció las escenas proyectadas en pantalla.
Una vez más, Mauren reapareció en el escenario para cerrar la primera parte del sinfónico con una de sus interpretaciones insignia: Blue Dream, brindando ese toque melancólico que solo él sabe transmitir.

Abel y Poseidón: La antesala del Grand Finale
Después de un intermedio de 15 minutos, el concierto continuó con la secuencia de Abel, un spin-off muy recordado por su soundtrack y por la batalla de Seiya con la armadura de Sagitario contra el hermano mayor de Athena.
Antes de pasar a Poseidón, se interpretó Soldier Dream, el tema principal de dicha saga. Aunque muchos esperábamos que Mauren fuera el encargado de interpretarlo, la sorpresa llegó cuando Kacky de Marina del Ray hizo acto de presencia para cantar el segundo opening de la serie, una canción originalmente interpretada por Hironobu Kageyama. Sin embargo, esto no le restó mérito: su versión sonó llena de energía y con la potencia característica de los cantantes japoneses de antaño.

La función prosiguió con un breve pero glorioso recorrido por la saga de Poseidón, donde una vez más Irma Flores nos deleitó con su voz. Uno de los momentos que paralizó al público fue la magistral interpretación del flautista de la orquesta Ernesto Diez de Sollano, quien recreó la Sinfonía de la Muerte del General Marino Sorrento con tanta energía que la escena resultó profundamente inmersiva. Los espectadores, por supuesto, reconocieron tal hazaña con aplausos y ovaciones.
Y, como todos los presentes ya lo presagiaban, llegó una de las sagas más melancólicas de la franquicia, acompañada por una cantante que le dio un matiz aún más nostálgico a Saint Seiya. Pero antes de dar ese salto, el director Cadet tuvo un detalle especial: celebrar el cumpleaños de Yumi Matsuzawa, quien cumplía 51 primaveras. Al ritmo de Las Mañanitas, todo el público y la orquesta le cantaron al unisonó, creando uno de los momentos más hermosos de la noche.

La despedida de dos hermanos del alma
Después de este gran momento, llegó el recorrido por la saga de Hades con el tema Chikyuugi, interpretado por la ya mencionada Yumi Matsuzawa, quien lució un atuendo muy elegante, fiel a su estilo, y nos hizo vibrar una vez más con esa característica melodía que transmite nostalgia y melancolía.

Tras este gran tema, vino otra pieza memorable de la trayectoria de Seiji Yokoyama, compositor de la mayoría de los soundtracks de Saint Seiya: Under the Wood of the World Tree. Un tema que, desde la primera nota, eriza la piel; una canción que marca el inicio del fin en la saga de Hades, con la despedida de Shion y Dohko, dos grandes amigos que lucharon juntos en innumerables batallas. Todo este contexto quedó plasmado en una interpretación de otro mundo, donde la voz de Irma Flores se adueñó una vez más del escenario, dejando a todos sin palabras.
Llegó entonces el turno nuevamente de Yumi Matsuzawa, quien tomó el micrófono para interpretar su tema Kimi to Onaji Aozora, que funciona como ending de la primera parte de la saga de Hades. Este momento no solo marcó el cierre de dicha sección, sino que también fue la puerta hacia la última parte del concierto, aquella que muchos deseábamos que nunca terminara.
Pegasus Forever, la canción que necesitábamos
Tras la grandiosa interpretación de Yumi, apareció Kacky, esta vez para cantar su tema Pegasus Forever, perteneciente a la segunda mitad de la saga de Hades. Para muchos, este momento fue único, ya que era la primera vez que Kacky interpretaba este tema en suelo mexicano. Aunque algunos fans conocían poco sobre Marina del Ray, los seguidores más devotos de Masami Kurumada ya estaban familiarizados con su trabajo. Fue así que, con un outfit que evocaba divinidad, cantó como si fuera la primera vez, entregando un tema que muchos creímos lejano escuchar en vivo, pero que, por fin, se hizo realidad.

Continuando con la última parte, pudimos disfrutar de un medley de Hades, donde revivimos momentos emblemáticos como el sacrificio de los doce Santos de Oro para destruir el Muro de los Lamentos, la redención de Pandora y la inminente derrota del dios del inframundo, Hades.
Una vez más, Yumi se apoderó del escenario, aunque esta vez con un elemento adicional: el báculo sagrado de la diosa Athena. Fue así como dio inicio a su tema «My Dear», utilizado como ending de la segunda parte de la saga de Hades. Si el primer ending nos transmitía melancolía, este tema superó toda barrera y se convirtió en la melancolía misma, dando paso al último capítulo de Pegasus Fantasy.

«Tenkai-hen Overture»: un cierre épico
Y llegó uno de los momentos más esperados, no solo de la noche, sino de estos últimos cuatro años. Muchos fans anhelaban escuchar algo de la Overture en los conciertos, y aunque en el Suite, Mauren ya nos habían deleitado con el tema «Never», el público quería más. Finalmente, tuvimos la oportunidad de disfrutar de un medley de esta película, que en su momento marcó el inicio de la saga del cielo, pero que, por ciertas circunstancias, no continuó. A pesar de ello, los fans la recuerdan con mucho cariño.
En este medley, pudimos escuchar la última obra de Seiji Yokoyama para esta icónica franquicia, con momentos inolvidables como el ataque de los ángeles de Artemisa contra un Seiya totalmente indefenso, la batalla de los Caballeros de Bronce contra Odiseo y Teseo (dos de los ángeles de Artemisa), y el desenlace de la película: el breve enfrentamiento entre Seiya y el dios Apolo.
Mauren Mendo e Irma Flores interpretaron lo que creímos sería el último tema de la noche: «Never». Este tema, compuesto por Nobuo Yamada, es la canción principal de Tenkai-hen Overture y ganó gran popularidad gracias a las distintas versiones en español que surgieron, siendo la de Mauren la más famosa. Fue un momento único; pensar que el concierto culminaría con esta canción ya era algo espectacular. Pero, fiel a su estilo, Anime Music Lab no podía terminar la noche sin una última faena.

En el escenario se reunieron los cuatro artistas de la noche: por un lado, Mauren Mendo junto a Kacky, y por el otro, Yumi Matsuzawa con Irma Flores. Fue entonces cuando las luces se atenuaron y la soprano Irma Flores dio inicio al tema Pegasus Fantasy, pero no cualquier versión: se trataba de la adaptación de la serie spin-off Saint Seiya Omega, algo que, creo, nadie esperaba pero que todos necesitábamos.
La canción fue interpretada íntegramente en japonés, con los acompañamientos de Irma y Mauren. Detrás de ellos, la orquesta, dirigida por Rodrigo Cadet, potenciaba la melodía. Pero eso no fue todo: mientras la música sonaba, se proyectó un video de agradecimiento por los cuatro años de realización de los conciertos sinfónicos, mostrando momentos detrás de escena y a las personas que lo hicieron posible. El final llegó con una lluvia de serpentinas azules y amarillas, dejando una postal inolvidable.

Una serie de eventos sin precedentes en México
Después de este fin de semana lleno de emociones, podemos afirmar que valió totalmente la pena. No solo asistir este fin de semana, sino haber sido parte de estos conciertos únicos en México, que cautivaron a fans alrededor del mundo. La manera en que se desarrollaron estos conciertos fue orgánica y sólida, y se nota claramente la organización en cada detalle. Con este último concierto, se cerró una saga importante en la historia de los eventos musicales en México.

Anime Music Lab apunta a convertirse en uno de los referentes de espectáculos musicales, no solo en México, sino en todo el mundo. Se culmina con Saint Seiya, pero siempre que termina algo bueno, llega algo mejor. Ahora nos toca esperar la nueva producción de Anime Music Lab, que se enfocará en Dragon Ball, una de las franquicias de anime más populares de la historia.
Agradecemos al equipo de Anime Music Lab por la invitación al concierto y estamos ansiosos por la próxima producción que viene en camino.