NOTA DE INTENCIÓN DE LOS PRODUCTORES DE LA CONTADORA DE PELÍCULAS
Ese mismo lugar donde la muy poderosa Metro Goldwyn Mayer trazó los planos y proveyó la mejor tecnología de su época al cine del pueblo minero de María Elena, inaugurado en 1948, cuya magnífica y muy sobria fachada principal está flanqueada por dos bajorrelieves de mineros. En la apertura del cine se proyectó la película Bathing Beauty de George Sidney (MGM, 1944). Una piscina, natación sincronizada y nadadores estadounidenses proyectados en medio del desierto para ojos que solo conocían la mina y la línea que separa el desierto del cielo como horizonte, frente a sus humildes viviendas. El cine como escape.
Al confiar la escritura del primer guion a Walter Salles, pensé que le estaba dando la oportunidad de continuar un trabajo que domina a la perfección desde la magnífica Central do Brasil. Tenía la sensibilidad para contar esta historia y el interés por filmar América Latina. Tras un largo periodo de escritura y por razones personales, prefirió no dirigirla él mismo, como también hizo Isabel Coixet, quien inicialmente tomó las riendas.
Después de que la directora catalana se retirara por razones personales, busqué a un director con gran experiencia y sensibilidad que pudiera ser tocado por esta historia, como lo fueron Salles y Coixet.
Lone Scherfig, a quien se contactó a finales de 2020, mostró de inmediato entusiasmo por la historia y el proyecto, y estoy convencido de que será una excelente directora que podrá llevar este proyecto a un nivel muy alto. Quiso encargarse del guion junto con Rafa Russo (quien fue encargado por Coixet de la reescritura del guion de Salles) y aportar su propia visión personal.
La acompañarán en esta tarea importantes jefes de departamento, como el franco-argentino Carlos Conti, ganador del César 2021 al mejor diseño de producción por Adieu les cons y fiel director artístico de cineastas como Walter Salles, Sally Potter o André Téchiné.
Al dirigir La Contadora de Películas se cuenta la historia de los mineros del salitre, así como el poder del cine y su declive con la llegada de la televisión. Pero antes de este declive, que curiosamente coincide con la llegada de Pinochet al poder, es Libertad Lamarque, John Wayne, Clint Eastwood, Charlton Heston, Dustin Hoffman y Brigitte Bardot quienes ocupan la gran pantalla de la sala oscura del pueblo y permiten a los mineros —y a María Margarita— escapar de la realidad durante el tiempo que dura una película.
«El cine es un arte que se vive y se comparte con los demás», dice la joven protagonista de nuestra película, desde su remoto desierto. Palabras que resuenan fuertemente con nuestra realidad actual. Más que nunca queremos sentarnos en un cine y compartir una historia que nos toque, más aún si trata sobre el cine y la vida misma.
Hoy en día, María Elena es el último pueblo chileno con población minera en esta región.
La película será parcialmente rodada en este pueblo y en la vecina ciudad fantasma, Pedro de Valdivia. También tenemos la intención de beneficiar a María Elena y su población, quienes, con la llegada de nuestro rodaje, ven una oportunidad de revivir los años dorados de la mina, aquellos de sus padres o abuelos. El proyecto ya está firmemente anclado en Chile, y más precisamente en la región minera del Desierto de Atacama, donde tuvo lugar la historia narrada por Hernán Rivera Letelier.
Aunque Selenium Films es la productora original de este proyecto, quisimos trabajar con una productora española con sólida experiencia, ya que era importante tener una base fuerte para este proyecto en España. En Chile, Altiro Films es una empresa que reunirá a los mejores técnicos del país —aquellos que normalmente trabajan con Fabula en películas de Pablo Larraín o Sebastián Lelio— y preparará la llegada de este proyecto con una gran mayoría europea.
Sin embargo, como productor francés, obtener el fondo de cine mundial del CNC nos permitiría equilibrar las participaciones en la coproducción y ayudarnos, en particular, a presentar nuestro proyecto a Eurimages. Pero, sobre todo, las cualidades artísticas, que creemos están presentes en este proyecto, serían así reconocidas, lo que también sería obviamente muy importante.