
¿Alguna vez te has sentido tan abrumado por las expectativas de los demás que has llegado a pedir perdón simplemente por ser quien eres? Esta es una de las preguntas que plantea «El baño del diablo», la nueva película del género folk horror dirigida por Severin Fiala y Veronika Franz, conocidas por su aclamada cinta «Goodnight Mom». Distribuida por » Cine Caníbal», esta película llega a los cines el próximo 13 de marzo y promete sumergirnos en una historia perturbadora que explora temas como la identidad, la opresión y la violencia sutil pero devastadora que se esconde en la vida cotidiana.

Un descenso a la oscuridad
La trama sigue a Agnes, una mujer profundamente religiosa que, tras casarse con su amado, comienza a experimentar una creciente sensación de desesperación y confusión. Lo que inicialmente parece ser una vida idílica se transforma en una pesadilla cuando Agnes se ve atrapada en un camino solitario y oscuro, lleno de pensamientos turbios y acciones que desafían su moralidad. La película nos lleva a cuestionar si estos pensamientos son solo producto de su mente o si hay algo más siniestro en juego.
El terror en lo cotidiano
A diferencia de las películas de terror convencionales, donde el miedo proviene de monstruos o asesinos, «El baño del diablo» encuentra su horror en la vida diaria y en las expectativas sociales. La cinta nos muestra cómo la comunidad y el entorno pueden convertirse en una prisión para aquellos que no encajan en los moldes establecidos. Los personajes no pueden escapar de quienes son, y sus hogares, en lugar de ser refugios, se convierten en infiernos personales.
Este enfoque convierte la película en una reflexión profunda sobre cómo la sociedad ejerce violencia sobre quienes son diferentes, ya sea por su forma de pensar, su identidad o sus creencias. La película nos invita a preguntarnos: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a doblegarnos para ser aceptados?

Actuaciones que dejan huella
El papel protagónico de Anja Plaschg es, sin duda, uno de los pilares de la película. Su interpretación de Agnes es tan poderosa que logra transmitir una amplia gama de emociones, desde la melancolía y la frustración hasta la desesperación y el doloroso alivio. Su actuación es tan impactante que se compara con la de Florence Pugh en «Midsommar», otra cinta que explora el horror en entornos aparentemente normales.
Los personajes secundarios también brillan, aportando profundidad a la historia. Incluso aquellos con poco tiempo en pantalla logran dejar una impresión duradera, gracias a la calidad de su interpretación.
Un viaje visual al purgatorio
La fotografía de la película es otro aspecto destacable. Los escenarios fríos, vacíos y envueltos en una neblina constante evocan la sensación de estar en el purgatorio, ese lugar intermedio entre el cielo y el infierno. Esta elección visual refuerza la idea de que los personajes están atrapados en un limbo del que no pueden escapar.
El vestuario y el diseño de producción también merecen una mención especial. Cada detalle ha sido cuidadosamente recreado para ser fiel a la época en la que se desarrolla la historia, lo que añade una capa adicional de autenticidad y realismo.

El sonido de la desesperación
Aunque la musicalización es escasa, cumple su propósito a la perfección. El sonido del chelo, en particular, logra transmitir una sensación de angustia y locura que acompaña al espectador a lo largo de la película. La música no solo complementa las imágenes, sino que también nos sumerge en la mente de los personajes, permitiéndonos experimentar su desesperación de primera mano.
Una historia basada en hechos reales
Uno de los aspectos más escalofriantes de «El baño del diablo» es que está basada en más de 400 casos históricos registrados. Este dato añade una capa adicional de horror, ya que nos recuerda que las situaciones retratadas en la película no son meramente ficticias, sino que tienen raíces en la realidad.
«El baño del diablo» es mucho más que una película de terror. Es una exploración profunda de temas como la identidad, la opresión y la violencia sutil que se ejerce sobre quienes no encajan en los moldes sociales. Con actuaciones impresionantes, una buena fotografía y una historia basada en hechos reales, esta cinta es una excelente opción para aquellos que buscan algo más allá del terror convencional.
No te pierdas «El Baño del Diablo» en cines este 13 de marzo y prepárate para una experiencia cinematográfica que te dejará reflexionando mucho después de que termine la película.
El baño del diablo en Cinépolis